En la barbería, grabado de La Ilustración Española y Americana (1887) a partir del óleo original del José Jiménez Aranda |
Escena 3
Don Antonio José Galindo, don Francisco Simón y Moreno y Diego Pérez
Día 4 de septiembre. Despacho de don Antonio José Galindo, en el Ayuntamiento.
Diego Pérez: No se apene usted, señor juez, cuando no se puede…
Francisco Simón: Nada importará retrasar una semana la celebración si ello redunda en su mayor brillantez.
Antonio José Galindo: Pero habrá que asegurarse esta vez. Escribiré de inmediato a Jiménez para ver si ya tiene encargado el cuadro y si ha contratado a los músicos y a los coheteros. Diego, ¿cómo va el asunto de los toros?
Diego Pérez: Tendrá usted que escribir a Alcalá y a Vejer, porque nuestros ganaderos…
Antonio José Galindo: ¿Y el adorno del Ayuntamiento?
Diego Pérez: Eso ya está solucionado. El mismo sábado se pondrá una colgadura de damasco en el balcón, se subirán las macetas y se dispondrán los víctores y los cuadros ensalzando al Rey, la Patria, la Religión, las Cortes, la Regencia y la Alianza. No faltará una buena iluminación.
Antonio José Galindo: ¿Y del incendio en el castillo, qué se sabe, Paco?
Francisco Simón: Pues, además de la muerte del sargento, ha causado la pérdida de la mayor parte de municiones y alimentos que dejaron los franceses.
Diego Pérez: Natural. Tenían almacenada tanta leña.
Francisco Simón: Parece que había pólvora derramada en el suelo… En cualquier caso, el asunto será llevado por don Felipe de Prados.
Antonio José Galindo: ¿Y se ha solucionado ya el abastecimiento de la tropa?
Diego Pérez: Han llegado por fin las 20 reses que se pidieron a Paterna y queda en pie el repartimiento hecho el día 2 a los emigrados. Juan Rafael de Pina sigue suministrando aceite, leña y vino como usted le ordenó, pero no para de quejarse ya que no ve un real. La situación puede complicarse en cuanto falte la carne, pues en el pueblo nada queda. Para la harina, se está empleando el trigo que se almacenó en la cilla para la contribución a los franceses, y Juan Moguel se ocupa del panadeo.
Antonio José Galindo: Habrá que reservar una parte para entregar una limosna de pan el día de la celebración a los presos, a la Casa de Huérfanas y a la Casa de Misericordia.
Diego Pérez: Pierda usted cuidado, señor juez.