"The Day Dream", Dante Gabriel Rossetti (1880), Victoria and Albert Museum (Londres) |
The pale moon was rising above the green mountains,
The sun was declining beneath the blue sea,
When I strayed with my love by the pure crystal fountain,
That stands in the beautiful Vale of Tralee.
She was lovely and fair as the rose of the summer,
Yet 'twas not her beauty alone that won me.
Oh no, 'twas the truth in her eyes ever dawning
That made me love Mary, the Rose of Tralee.
(La pálida luna se elevaba por encima de las verdes montañas,
El sol estaba en declive por debajo del mar azul,
Cuando me apartaba con mi amor por la fuente de cristal puro
Que se encuentra en el hermoso valle de Tralee.
Era encantadora y hermosa como la rosa del verano,
Sin embargo, no fue su belleza sólo lo que me ganó.
Oh, no, fue la sinceridad que siempre surgía de su mirada
Lo que me enamoró de Mary, la Rosa de Tralee.)
Sin embargo, Mary continuó negándose a los deseos del joven.
La noche siguiente, después de asistir a un mitín político que había acabado en una reyerta y la muerte de un hombre, William regalaba a Mary un anillo de compromiso, pero la cita fue interrumpida por un amigo que anunció al muchacho que le buscaba la policía pues había sido acusado del crimen y había una recompensa por su captura. William huyó y pudo embarcarse en el puerto de Barrow con destino a la India, donde trabajó como corresponsal de guerra. Sólo seis años después, gracias a la mediación de un oficial del ejército inglés, consiguió regresar a Tralee.
Mientras tomaba una copa en el Kings Arms de Rock Street planeando el reencuentro con Mary, el propietario del local descorrió las cortinas en señal de respeto por una procesión fúnebre que bajaba la calle. Al preguntarle William de quién era el funeral, le respondió que de una preciosa y encantadora joven a la que llamaban la Rosa de Tralee. Roto su corazón, lloró desconsolado y, en los días sucesivos, pasó mucho tiempo junto a la tumba de su amada.
Aunque más tarde se casó, tuvo hijos y emigró con su familia a Nueva York (1849), William nunca se recuperó de la muerte de Mary y regresó a Tralee años después. Para ella terminó su canción. Murió en 1864 con 44 años y, como había pedido, fue enterrado en el cementerio de Clogherbrien junto a la Rosa de Tralee.
The cool shades of evening their mantle were spreading,
And Mary, all smiling, was listening to me;
The moon through the valley her pale rays was shedding,
When I won the heart of the Rose of Tralee.
Though lovely and fair as the Rose of the summer,
Yet 'twas not her beauty alone that won me;
Oh no, 'twas the truth in her eyes ever dawning,
that made me love Mary, the Rose of Tralee.
In the far fields of India, 'mid wars dreadful thunders,
Her voice was a solace and comfort to me,
But the chill hand of death has now rent us asunder,
I'm lonely tonight for the Rose of Tralee.
She was lovely and fair as the rose of the summer,
Yet 'twas not her beauty alone that won me;
Oh no, 'twas the truth in her eyes ever dawning,
that made me love Mary, the Rose of Tralee.
(Las sombras frescas del atardecer iban extendiéndose,
y Mary, sonriéndome radiante, me escuchaba.
La luna, a través del valle, iba apagando su luz clara,
cuando conquisté el corazón de la Rosa de Tralee.
Encantadora y hermosa como la rosa del verano
no fue, sin embargo, su belleza sólo lo que me ganó;
Oh, no, fue la sinceridad que siempre surgía de su mirada
Lo que me enamoró de Mary, la Rosa de Tralee.
En los lejanos campos de la India, truenos en medio de terribles guerras,
Su voz era alegría y consuelo para mí,
Pero la mano fría de la muerte ahora nos ha desgarrado,
Y estoy solo en la noche sin la Rosa de Tralee.
Encantadora y hermosa como la rosa del verano
no fue, sin embargo, su belleza sólo lo que me ganó;
Oh, no, fue la sinceridad que siempre surgía de su mirada
Lo que me enamoró de Mary, la Rosa de Tralee.)
La romántica y melodramática historia se hizo popular en toda Irlanda, y los versos de William Mulchinock se convirtieron en todo un himno al amor. Dejemos al margen el cursi concurso de belleza creado en conmemoración de ella, festivales y souvenirs, y quedémonos con las preciosas baladas que han originado las estrofas de Mulchinock. Particularmente, me quedo con la versión más breve del grupo Nightnoise incorporada a su álbum Shadow of Time, donde Tríona Ní Dhomhnaill y su piano nos transportan a otro mundo. Después de muchos años aún recuerdo aquel recital que dieron en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Hermosísima también la interpretación de The Outlanders.
Esta historia me recuerda mucho a la leyenda de Bécquer "la venta de los gatos".
ResponderEliminarMuy bonita historia
Por cierto Jesús, a estos inglis han hecho de esta bonita leyenda en una historia comercial.
ResponderEliminarHe estado mirando un poco esta bella historia y la verdad es que se termina en un concurso de misses.
Por lo menos queda la música, que por cierto hay una gran cantidad de músico que interpretan esta bonita canción.