Elsa Nori. Actriz, bailarina. Año 1914. Fotografía de Quijano (San Fernando) |
Un exitoso espectáculo en el Teatro Thebussem en 1920
El Eco Artístico de Madrid, en su número de 15 de mayo de 1920, recogía en la sección “Variétés en provincias” una noticia de su corresponsal en Medina Sidonia dando cuenta del éxito cosechado por un alegre espectáculo celebrado en su teatro. Unos días antes habían triunfado en el mismo “la simpática y elegante bailarina Elsa Nori, que gustó mucho”; Conchita de Mons, “bailarina excéntrica, que fue ovacionada”; “y la gran cantante La Tempranica, que gustó una enormidad”. En ese mismo número de la revista se anunciaban la primera y la última. La una como “elegante bailarina a transformación”, con “lujoso vestuario y extenso repertorio”, que había triunfado en Madrid, Cádiz y Sevilla; la otra, como “la verdadera”, especializada en cantos regionales “a gran voz” e igualmente con lujosa presentación y extenso repertorio.
Elsa Nori actuó al menos entre 1914, en que está fechada la preciosa postal que mostramos al inicio de este artículo (realizada seguramente por don Manuel Quijano López, creador de la prestigiosa firma comercial Quijano, de San Fernando, cuyo sello se estampa abajo a la derecha), y 1922. La primera noticia de prensa que tenemos de ella la recoge El Imparcial de Madrid en su número de 3 de marzo de 1919. En su crónica sobre el primer día de carnaval en la Villa refiere sobre las de carrozas que desfilaron ante el jurado por el Paseo de la Castellana:
Asoma después la carroza "El Príncipe Momo". Pertenece a varios leoneses, entre ellos el señor Oria, y lleva el lema "Viva León". Es un gigantesco pajarraco guiado por un amorcillo. Dentro del pajarraco van una porción de artistas conocidas vestidas de charras: la Chelito, Teresa Camacho, las hermanas Vives, Paquita Rosa, La Jiennense, Elsa Nori… Todas ellas corresponden a los aplausos del público arrojando ramos de flores, juguetes, bombones y hasta mantecadas. ¡Ya que son de León! Para los amigos tienen incluso botellas de champagne.
En abril, noviembre y diciembre de este año la encontramos en el Teatro Romea de Madrid; en abril de 1920, antes de actuar en Medina, en Puerto de Santa María y Tánger; en diciembre de este mismo año, en el Madrid Cinema; en febrero de 1921 fue contratada por El Edén Concert de Barcelona. En 1922 tuvo actuaciones exitosas en Bilbao.
El Eco Artístico había dedicado la portada de 15 de marzo de 1920 a La Tempranica, a la que definía como "encantadora y renombrada "canzonetista" de aires regionales, que recientemente alcanzó un ruidoso triunfo en el Circo de Price de esta Corte, y que en breve emprenderá una excursión para cumplir con los contratos firmados con las empresas de Cartagena, Vigo-Salón Pinacho, Sevilla y Cádiz".
En el interior decía la revista:
No necesitamos esforzarnos para hacer la biografía de esta aplaudida "canzonetista".
Nuestro público la conoce mucho y no se recata de ovacionarla ruidosamente en cuantos teatros actúa, acudiendo presuroso apenas su nombre se anuncia en algunos de nuestros coliseos.
Es tal el éxito que siempre acompaña a esta celebrada cantante de aires regionales, que se da el caso de actuar en el mismo año y en los mismos locales dos o tres veces.
En su vastísimo repertorio figuran números andaluces como Fandanguillo de Huelva, Soleares, Bulerías, Saetas y Pregones, destacándose de otras regiones jotas, canciones cubanas y números finos, todos de exquisito gusto.
Durante el pasado año La Tempranica no cesó un solo día de actuar, siendo aclamada en el Circo de Price, de esta Corte, donde gustó enormemente; el Kursaal, Sevilla; Teatro de las Cortes, San Fernando; Motril y Priego.
Está contratada para Cartagena, Vigo, Sevilla y Cádiz, y muchas empresas la codician como artista de éxito seguro y capaz de llenar por su solo nombre un teatro.
Bonita, con excelentes facultades, decorado propio, repertorio original y extenso, y lujosísimo vestuario, no es extraño que La Tempranica triunfe definitivamente en los variétés, donde ocupa un puesto envidiable y sólidamente cimentado. J. V.
Conchita de Mons, quizá la menos famosa de la terna, era “canzonetista” y “danzarina internacional” (El Eco Artístico, 30 de abril de 1920 y 30 de diciembre de 1921).
¡Cómo debieron de pasárselo nuestros bisabuelos!