Las brevas
Uno de los mayores placeres de las mañanas de junio en Medina Sidonia es salir con la fresca a coger brevas en las huertas de sus laderas. Las higueras brevales o bacoreras siempre han formado parte de ellas, y la gente de las haciendas siempre ha esperado con impaciencia mirando al cielo, temiendo el susurro del Levante y las rondas de los ladronzuelos, los días en que el especial aroma que despiden hojas y frutos inundara sus arboledas. Las brevas blancas y tempranas son más apreciadas aquí que las negras, pero cuando éstas últimas maduran entre San Juan y San Pedro, creo que no hay fruta que pueda comparárseles. No vale sino la de piel muy fina y rajada, en la que el morado se torna negruzco, que ha madurado en la rama y cae sobre ella... Llámanse colares y floranchas. Hermosos nombres. Carne dulcísima.
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